En Grupo Cencerro ya gestionamos más de 200.000 hectáreas junto a más de 100 clientes. Esta trayectoria nos brinda valiosa información y nos permite tener una visión clara de la situación de muchos productores. Por eso, hemos elaborado un detallado informe con datos de decenas de clientes en diversas zonas y regiones de Argentina. Estamos felices de compartirlo con vos.
Nuestro objetivo es seguir fortaleciendo a las empresas agropecuarias, en su mayoría familiares, que son el motor de pueblos, ciudades y un país entero.
En lo que es ganadería de carne, y como en los casos anteriores, el análisis lo hemos realizado en base a los resultados que han obtenido nuestros clientes en esta cadena productiva en distintos puntos geográficos de Argentina. Como sucedió con la agricultura, la seca ha tenido su grado de influencia en los malos resultados que se han logrado en la ganadería, sobre todo con la cría, donde se vieron algunas bajas en los porcentajes de preñez.
Comparando con la campaña 21/22, el precio en dólares del ternero se derrumbó en el último tiempo. Este resulta un indicador clave para afirmar que no ha sido un buen año para la cría. La sequía se encargó de dejar a muchas zonas productivas con menores índices de preñez y destete a lo que estábamos acostumbrados e incluso, en algunos lugares, afectó produciendo mortandad de hacienda. En cualquier escenario, se espera una merma en la producción de terneros a destetar en el otoño de 2024.
Pero más allá de la cuestión climática, el mal año para la cría corresponde en mayor porcentaje a la desvalorización ocurrida en la relación dólar-kilogramos. Actualmente se encuentra en valores por debajo del promedio de los últimos 10 años. Con la foto al 30 de Junio de este año, se ven pérdidas mayores al 30% en el valor de la hacienda. La pérdida patrimonial es muy importante.
Haciendo doble clic en la actividad ganadera, debemos analizar los eslabones que le siguen a la cría. Tanto la recría como el engorde, vieron buenos números en los últimos meses. Su relación compra-venta mejoró en un contexto de precios bajos para la invernada. La recría a pasto arrojó resultados positivos y mucho menos riesgosos que un planteo agrícola en mismo ambiente. Por su lado, el corral vio algo de luz luego de dos años muy malos; la reciente baja del precio del maíz ayudó a consolidar esto aún más. Con la inflación, y su incremento de manera abrupta, se han dado modificaciones en los costos operativos mensuales, lo que significó un aumento en dólares de los mismos.
La situación actual es de precios muy bajos. Es un momento para que aprovechen la oportunidad de adquirir hacienda aquellos que cuentan con los recursos forrajeros necesarios.
Pensando en lo que viene y utilizando a la gestión, hay que evaluar y realizar proyecciones acerca de cómo influirá en los números del productor la cantidad de terneros no nacidos y que por dicha razón no se los tendrá para faena en los próximos años.