A los que nos apasiona el futuro nos mueve aprender todos los días, y para aprender hay que preguntar. Hace unos días, charlando con un productor agropecuario, le preguntaba qué era para él la “gestión económica-financiera” dentro de su empresa agropecuaria y cuál era el impacto que veía luego de empezar a trabajar esa arista desde principio de 2020. No lo indagué en vano, lo hice porque me interesa entender para dónde va yendo el sector a medida que pasa el tiempo. Me desvela identificar los pequeños cambios que nos toca presenciar en el día a día, muchas veces imperceptibles.
Su respuesta fue la siguiente:
“Hace 20 años, los chacareros de mi zona veíamos de reojo a los Ingenieros Agrónomos que venían y opinaban sobre los cultivos. Luego de un tiempo, nos dimos cuenta que sumando un Ingeniero íbamos a poder decidir mejor el planteo y eso nos iba a dar más plata cuando el tiempo acompañara. Cuando entendimos que era provechoso, lo tomamos y hoy forma parte de nuestro día a día. Hoy nadie discute si hay un Ingeniero en la empresa agrícola.
Respecto a la gestión económica-financiera es algo parecido. Hoy los Administradores de Empresas Agropecuarias son discutidos o directamente invisibles para muchos, vistos directamente como “bichos raros”, pero la verdad que saber en el día a día cuánto vas proyectando ganar, como están las deudas, los saldos de bancos, créditos y tarjetas, saber si una maquinaria te rinde económicamente o no, tener un sistema que te vaya entregando tus datos es igual de importante que todo lo técnico productivo. Y como yo quiero ir a la vanguardia tengo a mi agrónomo, a mi contador y a mi administrador con el que me junto todos los meses a revisar números y proyectar el negocio”.
Gran enseñanza me dió este productor, que además es amigo y cliente. Agradecí su respuesta y me propuse escribirla para que otros tantos la lean.
¿Estamos ante un cambio de época? Seguro que sí. A pesar de la coyuntura y las dificultades que nos trae, como siempre, el mundo en general y la argentina en particular. Estoy convencido que vamos camino a inventar nuevas formas de hacer mejor las cosas, agregándole mayor valor al agro, o a errar y quedar en el camino.
Dicen que cada cual se forja su destino, a darle para adelante entonces!