Como mencionamos en nuestra nota sobre las perspectivas de la 21/22, una de las novedades que trae esta campaña es el aumento significativo de los precios de los arrendamientos. Explicado en parte por el aumento de las commodities, se está dinamizando la búsqueda de campos. Lo interesante es que esto va más allá del fenómeno de los pooles ya que también hay muchos inversores que están fuera del agro y que ven con buenos ojos invertir en el sector. ¿Qué deberíamos tener en cuenta a la hora de invertir?
Si bien las estimaciones dependen de muchos factores, en comparación con la campaña anterior es evidente el aumento de los arrendamientos. En diferentes zonas de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fé, ya hay aumentos estimados en torno al 15% en quintales de soja.
Ante la irrupción de este fenómeno, naturalmente como inversores nos preguntamos si es conveniente invertir en este rubro. Por esta razón, resulta muy importante entender estos números desde la gestión.
¿Cuáles son las herramientas que nos permitirán ayudarnos a tomar la mejor decisión para saber si nos conviene alquilar? Para dar un paso adelante, hay algunas variables importantes que tenemos que charlar con el propietario del establecimiento para ver si nos conviene alquilarle.
¿Cuáles son los plazos de alquiler? ¿Es a quintales de soja o se paga en dólares? ¿estará sujeto a los rendimiento que ocurran en el campo o será fijo? Son algunas preguntas que debemos hacer. Con la volatilidad de los precios, no es lo mismo alquilar a un año que a tres o bien pagar en grano o dinero. La diferencia viene por el entendimiento de que los precios internacionales son fundamentales para ver cuál es el mejor camino para el inversor.
El valor del arrendamiento es un aspecto clave a considerar ya que es lo que va a ayudarte a definir la incidencia que tiene sobre el margen bruto. Por esta razón, hay una herramienta de gestión que sobresale por las demás y es el análisis de rentabilidad. Es importante contemplar además, qué incidencia tiene el arrendamiento por sobre los demás costos de la campaña.
Una vez que tengamos la rentabilidad como inversores podremos comparar con otras unidades de negocios del agro, o incluso con otros negocios que tengamos fuera del mismo. Así sabremos qué negocio hace valer más nuestra inversión y saber si vale la pena “meterle más fichas” o no.
Lo más importante es comprender que el hecho de que las commodities están por las nubes no significa que sea un negocio fácil. Hay que tener el negocio lo más atado posible sobre todo en la parte de costos porque una mala decisión puede minar la rentabilidad.
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