Es conocido el dato de que solo 3 de cada 10 empresas que comienzan una implementación de sistemas tienen éxito, y cualquier productor agropecuario que haya intentado promover la utilización de sistemas en su Establecimiento que abarque todo el negocio, desde lo productivo a lo contable, puede dar fe de ese dato. No es para nada sencillo implementar, transformar la forma de gestionar la información del día a día y luego emitir los reportes ideales que todas las empresas de software aspiran a vender.
Desde Grupo Cencerro hace tiempo ideamos una fórmula para profesionalizar la gestión de las empresas agropecuarias de forma armónica y sostenible. Creemos firmemente que la solución es estandarizar el trabajo a partir de la utilización de los sistemas (hay muchos y muy buenos en el mercado de nuestro país) pero consideramos que el foco no debe ser la herramienta sino el modo por el cual se la incorpora al día a día de la empresa. Los procesos de la empresa deben empatarse a los procesos que propone el sistema y viceversa.
Articular procesos, capacitar al personal, acompañar la curva de aprendizaje de las personas que van a utilizar la herramienta (es decir, el software seleccionado) y definir roles pasa a ser la fórmula del éxito para que un sistema de gestión funcione correctamente y, finalmente, la empresa pueda alcanzar esos reportes dinámicos mensuales tan ansiados a la hora de hacer la inversión inicial.
Cambiar tiene sus desafíos e incorporar tecnología en las empresas del agro es una forma de transformar y cambiar la manera de trabajar. El desafío es gestionar positivamente estos cambios.
Implementar con éxito un sistema, entonces, se trata de cambiar el enfoque y entender que la “cultura organizacional” es la piedra angular para poder mejorar los procesos. Solo se trata de poner en práctica esta acción, que más que acción es una actitud!
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